El primer gran panico financiero de España se produjo en Floridablanca durante los años 1790 y 1791, y fue debido a una serie de factores. Primero, el exceso de endeudamiento por parte del gobierno español para financiar su guerra contra Francia. Esto provocó una inflación significativa y una caída de los precios de los bonos del gobierno español. Esto a su vez provocó una caída de los precios de la moneda española, lo que provocó aún más inflación y una depreciación de los activos. Esto llevó a una contracción del crédito y a una contracción en el consumo.
Además, el gobierno español decidió aumentar los impuestos y los aranceles para responder a la crisis, lo que provocó aún más inflación y una reducción de la confianza en la economía. Esto a su vez provocó una caída de los precios de los activos, lo que llevó a una contracción aún mayor del crédito y una contracción del consumo. Esto a su vez provocó una caída de los precios de los activos y una depreciación de la moneda española.
Esta situación provocó una inestabilidad financiera en toda España y una incertidumbre entre los inversores. Esto a su vez provocó una caída de los precios de los bonos del gobierno español, lo que llevó a una contracción aún mayor del crédito y una contracción del consumo. Esto provocó aún más inflación y una caída generalizada de los precios de los activos, lo que se conoce como el "panico de Floridablanca".