El pucherazo del 36 fue uno de los episodios más controvertidos en la historia de la política española. Ocurrió el 16 de febrero de 1936, cuando el Frente Popular, una coalición de partidos de izquierda liderada por el Partido Comunista, ganó las elecciones generales con una abrumadora mayoría. El Frente Popular, desde su llegada al poder, emprendió una serie de reformas sociales y económicas, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los españoles. Pero lo que muchos no saben es que el Frente Popular recibió una cantidad desproporcionada de votos, algunos de los cuales fueron obtenidos por medios fraudulentos. Esto se conoce como el pucherazo del 36.
El Frente Popular manipuló los resultados de las elecciones de diversas formas. Por ejemplo, compraron votos para asegurar su victoria, se aprovecharon de los votos de los no inscritos y muchos votos fueron contados dos veces. Estas prácticas deshonestas aseguraron la victoria del Frente Popular y se conocen como el pucherazo del 36. Esto no solo provocó la indignación de la oposición, sino también de muchos españoles que se sentían traicionados por el fraude de su gobierno.
A pesar de que el pucherazo del 36 fue un episodio oscuro en la historia de España, fue decisivo para la implantación de una serie de reformas sociales y económicas que mejoraron la vida de los españoles. Estas reformas, como el control de los precios, el salario mínimo y las mejoras en la educación, se mantienen hasta el día de hoy. Por lo tanto, aunque el pucherazo del 36 fue un acto deshonroso, también fue un catalizador para el cambio.
En 1936, Franklin D. Roosevelt fue reelegido para un segundo mandato como presidente de los Estados Unidos. La campaña se centró en el debate sobre la economía y el papel de los programas de recuperación de Roosevelt. Roosevelt fue el primer presidente en obtener más de cinco veces el número de votos electorales necesarios para ganar. También fue el primer presidente en obtener más del 60 por ciento de los votos populares.
Durante la contienda electoral de 1936, Roosevelt se enfrentó al republicano Alf Landon. Era el primer año en que todos los estados usaban el sistema de votación presidencial, y los resultados fueron abrumadores. Roosevelt ganó 62 por ciento de los votos del Colegio Electoral, la victoria más grande hasta la fecha. Además, Roosevelt obtuvo el 57 por ciento de los votos populares, el mayor porcentaje hasta entonces.
A pesar de la victoria contundente de Roosevelt, Landon obtuvo el mayor número de votos de un candidato republicano desde la elección de 1884. La coalición entre los demócratas y los trabajadores le dio a Roosevelt una gran victoria. La campaña de Roosevelt destacó el papel del gobierno en la recuperación de la economía y el bienestar de los trabajadores.
La victoria de Roosevelt fue una señal de que el país estaba seguro de los programas de recuperación de la administración New Deal. Esto estableció un precedente para el fortalecimiento del papel del gobierno en la economía. La victoria de Roosevelt también demostró la fuerza de la coalición demócrata-trabajadora, que fue una fuerza dominante en el gobierno durante décadas.
En el año 1936, España estaba gobernada por el generalísimo Francisco Franco, que había liderado una sublevación militar en julio de 1936 contra el gobierno republicano legítimo. El golpe fue seguido por una guerra civil de tres años en la que Franco se impuso y se instauró un régimen autoritario, el franquismo. Este régimen duró hasta 1975, cuando Franco murió y su régimen fue sustituido por una democracia moderna.
El gobierno de Francisco Franco estaba compuesto por una estructura militar y una estructura de partido. El Partido Nacionalista Español (PNFE) fue el único partido político legal durante el franquismo y los militares proporcionaban la base para el aparato represivo y el mantenimiento del orden. El gobierno estaba encabezado por el Jefe de Estado, el generalísimo Francisco Franco, y era respaldado por un Consejo de Regencia de cinco miembros.
La economía durante el franquismo estaba controlada por el gobierno a través de una serie de medidas, entre ellas el control de precios, el control de cambios y el control de la producción. El gobierno también estableció un sistema de censura de prensa para controlar la información que se difundía en España. Además, Franco también estableció una política de discriminación contra los catalanes y vascos, impidiendo el uso de sus idiomas y prohibiendo el uso de sus nombres y banderas.
Durante el franquismo, España fue una de las naciones más aisladas de Europa, con una economía estancada y una educación limitada. El fin del régimen en 1975 permitió la liberalización de la economía, el establecimiento de una democracia moderna y la integración de España en la Unión Europea. Desde entonces, se ha realizado un esfuerzo para reparar los daños causados durante el régimen de Franco y para construir una sociedad moderna y democrática.
En 1933, la Segunda República Española celebró elecciones generales para diputados, donde los españoles tuvieron la oportunidad de elegir un nuevo gobierno. Estas elecciones fueron ganadas por la Frente Popular, una coalición de partidos de izquierda que incluía el Partido Comunista de España, el Partido Socialista Obrero Español y el Partido Republicano Radical. Aunque la coalición no obtuvo la mayoría absoluta, obtuvo el apoyo suficiente para formar un gobierno. El Frente Popular ganó el 27 de febrero de 1933 con un total de 279 diputados. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ganó 149 escaños, el Partido Comunista de España ganó 21 y el Partido Republicano Radical ganó 109. El Partido Republicano Conservador, que había ganado las elecciones anteriores, no consiguió obtener la mayoría y solo ganó 77 escaños. El líder de la Frente Popular, Manuel Azaña, se convirtió en el primer presidente de la Segunda República Española.
El gobierno de la Frente Popular se enfrentó a una gran cantidad de desafíos en los años siguientes. La Gran Depresión provocó que el desempleo en España aumentara drásticamente, lo que provocó malestar y descontento entre la población. El gobierno también tuvo que lidiar con la oposición de grupos de ultraderecha, como Falange Española, así como de muchos sectores de la Iglesia Católica. Además, el gobierno tuvo que enfrentar una guerra civil en 1936, lo que provocó una profunda división en el país. Pese a todos estos desafíos, el gobierno de la Frente Popular logró lograr algunos éxitos, como el establecimiento de la libertad de culto, el aumento del salario mínimo y el establecimiento de un sistema de seguridad social.
En resumen, el Frente Popular ganó las elecciones de 1933 en España, lo que llevó al liderazgo de Manuel Azaña. A pesar de los grandes desafíos a los que se enfrentaron durante su gobierno, lograron algunos logros notables.
El 31 de mayo de 1931 se celebraron las elecciones municipales en España. Estas fueron organizadas por el gobierno de la Segunda República por primera vez en la historia. El objetivo era elegir a los alcaldes y concejales de los municipios españoles. Los partidos principales en liza fueron el Partido Republicano Radical Socialista, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA).
Los resultados de las elecciones municipales de 1931 mostraron una clara victoria para el Partido Republicano Radical Socialista (PRRS). El partido obtuvo el 54,3% de los votos y consiguió la alcaldía en casi todas las ciudades españolas. El PSOE obtuvo el 25,6% de los votos y la CEDA el 15,7%. Esto significó una victoria clara para el Partido Republicano Radical Socialista en las elecciones municipales de 1931.
Esta victoria fue una gran noticia para el gobierno de la Segunda República ya que significaba una consolidación de su mandato. La victoria del PRRS también significó el inicio de un periodo de modernización y reforma en España, que llevó a un cambio en la forma en la que se llevaban a cabo las elecciones municipales.