El reinado de Amadeo Primero fue entre el año 1870 y 1873. Él fue el primer rey de la dinastía Saboya, la cual fue elegida por el parlamento italiano para liderar el recién formado Reino de Italia. Durante el período de su reinado, el país experimentó una gran cantidad de inestabilidad política. Esto se debe a que el parlamento italiano no se puso de acuerdo con el gobierno de Amadeo, lo que provocó su renuncia a la corona. Sin embargo, durante su corto reinado, Amadeo logró algunos logros importantes. Esto incluye la aprobación de la primera Constitución italiana, la nacionalización de los ferrocarriles y el desarrollo de varias instituciones públicas. Aunque su reinado fue breve, el impacto de Amadeo en la historia de Italia es significativo.
Tras la renuncia de Amadeo, el parlamento italiano eligió a Humberto Primero como el segundo rey de la dinastía Saboya en el año 1878, quien se convirtió en el primer monarca constitucional. Durante su reinado, Humberto logró estabilizar el país y fortalecer la economía. Esto incluye la creación de una moneda nacional, el aumento de la producción de alimentos y el desarrollo de una industria manufacturera. Estas reformas contribuyeron a la modernización del país, ayudando a Italia a convertirse en una de las naciones más ricas de Europa.
Es importante recordar que el reinado de Amadeo Primero fue un hito histórico para Italia. A pesar de que su gobierno fue breve, dejó un legado importante para el país. Estas iniciativas ayudaron a Italia a convertirse en una nación moderna y a formar la base para el desarrollo de la democracia italiana.
Amadeo de Saboya fue designado como el primer rey de la segunda Restauración española en 1871 por la Cortes Constituyentes. Esto sucedió después de la abdicación de Isabel II y la I República. Amadeo era hijo del rey Víctor Manuel II de Italia y su esposa, la princesa María Adelaide de Austria.
Tras la abdicación de Isabel II, el Congreso de Diputados votó la restauración de la monarquía borbónica, con una monarquía constitucional. La elección de Amadeo fue para evitar una guerra civil entre los liberales y los carlistas. Él mismo, mostró su disconformidad con el hecho de ser elegido rey de España, puesto que no había nacido en España.
No obstante, el rey Amadeo aceptó el cargo y el 10 de noviembre de 1871 aceptó la Corona en el Congreso de los Diputados, quedando así proclamado el primer rey de la segunda Restauración española. Durante su reinado, Amadeo tuvo que enfrentar a la oposición de los liberales, carlistas y anarquistas, así como al descontento de sus súbditos.
Es por esta razón que el rey Amadeo abdicó el 11 de febrero de 1873, tras un breve reinado de 15 meses, aunque había sido coronado el 29 de diciembre de 1871. Esto significó el fin de la segunda Restauración y el inicio de la II República.
En 1870, España era gobernada por Alfonso XII, el segundo hijo del Rey Alfonso XI, quien había muerto un año antes. Esta fue la última monarquía de la dinastía española de los Borbones. Tras la muerte de su padre, el rey fue coronado en 1874 a la edad de dieciséis años. Durante su reinado, se llevaron a cabo muchas reformas en el país, entre las cuales destacan la Ley de Desamortización de 1876, que puso fin a la propiedad estatal de la tierra, y la Ley de Reforma Agraria de 1882, que estableció un marco legal para la división de la tierra. El reinado de Alfonso XII también vio el aumento del republicanismo en España, y finalmente, en 1873, la proclamación de la Primera República Española.
Durante su reinado, Alfonso XII trabajó para modernizar el país, principalmente a través de la educación. Esto llevó a la creación de la Escuela Normal en Madrid, que formó a los maestros de la época, y al desarrollo de la escuela primaria y la educación secundaria. También se formaron las primeras universidades españolas durante su reinado, incluida la Universidad de Madrid, la primera universidad española.
Durante el reinado de Alfonso XII, España también experimentó una fuerte modernización en otros ámbitos. Esto incluyó la construcción de nuevas carreteras y ferrocarriles, la modernización de la industria y el comercio, y el desarrollo de una infraestructura moderna en el país. Estas reformas se llevaron a cabo principalmente bajo el gobierno del primer ministro Antonio Cánovas del Castillo, quien fue nombrado por el rey en 1874.
Alfonso XII murió en 1885 a la temprana edad de treinta y un años. Después de su muerte, su hijo Alfonso XIII fue coronado como rey de España, pero su reinado fue breve. En 1931, el pueblo español declaró la Segunda República Española, poniendo fin a la monarquía española de los Borbones.
El elegido nuevo rey de España en 1870 fue Alfonso XII. Este fue el hijo postumo de Fernando VII y María Cristina de Borbón que nació el 28 de noviembre de 1857. Alfonso fue proclamado rey de España el 17 de septiembre de 1870, con solo 12 años de edad, tras la muerte de su padre.
El reinado de Alfonso XII se caracterizó por la restauración de la Monarquía Borbónica en España, la cual se había visto afectada durante los años de la Primera República Española (1873-1874). Durante su reinado, Alfonso XII se centró en varios aspectos, como la modernización de la infraestructura de España, la mejora de la educación y la sanidad, así como la modernización de la industria.
Además, durante el reinado de Alfonso XII, el país logró una estabilidad política gracias al sistema de turno de los partidos conservador y liberal. Esto permitió a España recuperar su lugar como una de las principales naciones de Europa. Durante el reinado de Alfonso XII, España se convirtió en una potencia colonial y militar, participando activamente en varias guerras internacionales.
El reinado de Alfonso XII duró hasta el 25 de noviembre de 1885, cuando el rey murió a la temprana edad de 27 años. Fue sucedido por su hijo Alfonso XIII, quien fue proclamado rey a la edad de 8 años. El reinado de Alfonso XII es recordado como uno de los mejores de la historia de España, y su legado sigue presente hasta el día de hoy.
Amadeo de Saboya fue el rey de España entre 1871 y 1873 durante el periodo de la Primera República Española. Después de su llegada al trono, se encontró con una situación política turbulenta y violenta. La oposición a su reinado fue feroz y los esfuerzos para formar un gobierno fueron infructuosos. Finalmente, el 11 de Febrero del 1873, Amadeo decidió renunciar al trono y dejar España. En su discurso de despedida, declaró su amor por su nación y dijo que su renuncia era para el bien de España.
Su renuncia fue aceptada por el Congreso de los Diputados el 12 de Febrero, culminando así su reinado. Tras su partida, se estableció una monarquía constitucional en España bajo la reina Isabel II. Amadeo de Saboya pasó el resto de su vida en Italia, donde fue conocido como el Duque de Aosta. Murió el 18 de enero de 1890 en su residencia en la ciudad de Turín.